Perros vs Gatos: ¿Cuáles son las diferencias en su alimentación?

La frase "se llevan como el perro y el gato" tiene una explicación. Hoy en Portavet os contamos la parte que afecta a su alimentación y sus principales diferencias. 

El perro engulle, el gato reserva la comida. No solo se diferencian por su carácter y físico sino también por sus necesidad y hábitos alimentarios. Lo más probable es que si un can ve el plato lleno de alimento, se lo comerará entero. Es decir, no sacian nunca su apetito porque son glotones por naturaleza. Es por ello, que el dueño siempre debe racionar y organizar su comida.

Por su parte, el gato se alimenta en la naturaleza y acude al plato por su propio instinto felino. Aquellos que viven en un piso, están más marcados por el aburrimiento, es por ello que se recomienda racionarles el alimento en pequeñas cantidades para evitar la obesidad felina.

El alimento de los gatos está compuesto por vitamina A y Taurina, un aminoácido necesario para éstos pero que los canes producen de manera natural. Es por ello que el compuesto de los perros contiene beta caroteno que se convierte en vitamina A durante el proceso digestivo. 

El gato es más selectivo con la comida que el perro. Si el alimento tiene un olor desagradable o no es algo que le guste, tienden a rechazarlo. Por su parte, los perros toleran mejor las novedades con su alimentación. 

Los perros son omnívoros mientras que los gatos son fundamentalmente carnívoros, ya que éstos últimos necesitan tener una dieta rica en grasas y proteínas. A su vez, el felino complementa su hidratación a través de latas de comida húmeda, ya que ingieren poca agua. El can acepta diferentes formatos y texturas, además del pienso, por lo que compagina su alimentación con comidas caseras y comerciales.